La evolución táctica de un futbolista que transformó su carrera y conquistó el fútbol sudamericano
En el mundo del fútbol, pocas historias resultan tan fascinantes como la transformación posicional de un jugador que logra reinventarse completamente. Maximiliano Nahuel Salas, nacido el 1 de diciembre de 1997 en Curuzú Cuatiá, Corrientes, representa un ejemplo perfecto de esta metamorfosis futbolística, evolucionando de un jugador discreto en posiciones defensivas a convertirse en uno de los atacantes más codiciados del fútbol argentino.
Los humildes comienzos en Corrientes
La historia de Salas comenzó a los cuatro años en el Club Victoria de su ciudad natal, donde se convirtió en el primer futbolista profesional surgido de la camada de su categoría 1997. Su potencial físico era evidente desde temprana edad: debutó en primera división con apenas 13 años, demostrando una fortaleza que sería fundamental en su desarrollo posterior.
En 2011, Diego Mazzilli, captador de Boca Juniors, lo seleccionó en una prueba, aunque el fichaje no se concretó. Posteriormente, tuvo una experiencia con Argentinos Juniors antes de recalar en All Boys en 2012, donde comenzaría su verdadera formación como futbolista profesional.
La transición: de las sombras al protagonismo
Durante sus primeros años profesionales, Salas debutó en 2016 con All Boys en la Primera B Nacional argentina, donde sus características físicas y su versatilidad comenzaron a llamar la atención. Sin embargo, su verdadera transformación táctica se produciría durante su periplo internacional.
Tras un paso por O’Higgins de Chile donde no logró asentarse completamente, continuó su carrera en el Necaxa de México. En México, el entonces jugador de 21 años fue adquirido por 2.2 millones de dólares y comenzó a mostrar “facilidad para moverse en el área, con un preciso golpeo y la facilidad para generar juego, ya sea concretando llegadas o asistiendo a sus compañeros”.
El renacimiento en Palestino
El punto de inflexión llegó con su regreso al fútbol chileno. En junio de 2022, Salas fue anunciado en Palestino de la primera división de Chile. Su gran nivel en el juego colectivo y buen promedio de gol (18 goles) y asistencias lo llevó a ser requerido por varios clubes de Argentina y Brasil.
Esta etapa en Palestino fue crucial para consolidar su nueva identidad táctica. Ya no era el jugador de perfil bajo que había sido en sus inicios, sino que se había transformado en un atacante versátil, capaz de generar peligro desde diferentes posiciones del frente ofensivo.
La consagración en Racing Club
En diciembre de 2023, optó por Racing Club debido a la confianza depositada por el entrenador Gustavo Costas. Bajo la dirección de Costas, Salas encontró su mejor nivel y se convirtió en una pieza clave para el equipo que logró cortar con una racha de 36 años sin títulos internacionales en 2024, al ganar la Copa Sudamericana, trofeo al que sumó en 2025 la Recopa.
Según el análisis de ESPN, “Salas es un extremo izquierdo potente, con buena pegada, lectura ofensiva y capacidad para asistir o definir. Una versión posmoderna de Ramón Medina Bello”. Esta descripción refleja perfectamente su evolución: de un jugador que pasaba desapercibido a un atacante con características distintivas y determinantes.
Versatilidad táctica: la clave del éxito
La gran virtud de Salas radica en su versatilidad posicional: “puede jugar por todo el frente de ataque, tanto como segunda punta, como tirado a un costado como extremo, incluso por detrás de un delantero centro”. Esta adaptabilidad táctica es lo que lo ha convertido en un jugador tan valorado por los entrenadores modernos.
Como complemento perfecto de Adrián “Maravilla” Martínez en el ataque de Racing, Salas demostró ser “un batallador en los duelos con los defensores a la hora de fajarse para cuidar y sostener la pelota. Sin tantos goles, pero sí como un gran complemento” que conformó “una dupla letal capaz de conseguir grandes logros”.
El salto a River Plate: reconocimiento del más alto nivel
En julio de 2025, River Plate ejecutó su cláusula de rescisión de 8 millones de dólares, confirmando su llegada al club más grande de Argentina. Con 27 años, parece haber llegado a su madurez futbolística y River apuesta por él como una carta ofensiva en su camino continental.
Este traspaso representa el reconocimiento definitivo de su transformación. El jugador que comenzó como una promesa en el interior de Corrientes, pasó por momentos de incertidumbre posicional, y finalmente encontró su lugar como atacante versátil, ahora es considerado una pieza fundamental para uno de los equipos más importantes de Sudamérica.
Reflexión: la importancia de la adaptabilidad
La historia de Maximiliano Salas ilustra un principio fundamental del fútbol moderno: la capacidad de adaptación es tan importante como el talento natural. Su evolución de “jugador de fondo” a “atacante clave” no fue casualidad, sino el resultado de un proceso de aprendizaje, adaptación táctica y aprovechamiento de oportunidades.
En una época donde el fútbol demanda jugadores versátiles, la transformación de Salas sirve como inspiración para futbolistas jóvenes que aún buscan definir su identidad en el campo. Su caso demuestra que con determinación, trabajo y la guía adecuada, es posible reinventarse completamente y alcanzar el más alto nivel del fútbol profesional.
Conclusión
Maximiliano Salas representa la evolución perfecta del futbolista moderno: adaptable, versátil y mentalmente fuerte. Su journey desde las divisiones menores de Corrientes hasta River Plate es más que una historia de éxito personal; es un testimonio de cómo la perseverancia y la capacidad de adaptación pueden transformar completamente una carrera deportiva. Hoy, a los 27 años, se encuentra en el mejor momento de su carrera, listo para escribir nuevos capítulos en la historia grande del fútbol argentino.